Monitorar, la clave en el combate al Gusano Cogollero en Brasil

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Brasil acaba de cosechar su segundo ciclo de maíz, popularmente llamado “Milho Safrinha” (Second Season corn en inglés), en las regiones Central y Sur del país. De acuerdo con la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria, EMBRAPA, la plaga mas importante de este cultivo es el Gusano Cogollero (Spodoptera frugiperda) el que puede ocasionar perdidas superiores a 40 % de producción de maíz, el cereal mas cultivado en el país.
 

El Gusano Cogollero es también una de las principales plagas en el cultivo del arroz, y está presente en prácticamente todo el territorio brasileño, atacando cultivos como la acelga, berro, lechuga, alfalfa, algodón, achicoria, alstroemeria, maní, arroz, avena, batatas, broccoli, caña de azúcar, zanahoria, centeno, cebada, coco, coliflor, crisantemo, espinacas, frijoles, gerbera, gypsofila, cacerola, mandioca, maracuyá, mijo, sorgo, maíz, mostaza, empastadas, pimentón, chile, calabaza, rosas, repollo, rúcula, caucho, soja, estevia, todos cultivos blanco biológico, tomate,  trigo y tritical. 
 

Así que las nuevas larvas del Cogollero eclosionan, raspan las hojas y se alojan en los que se llama el cartucho, lugar en el que se pueden observar excrementos. Por la destrucción del cartucho, especialmente en la fase próxima a la florada, daños expresivos pueden ser causados. Acentuados mas aun en periodos de sequía. El daño es aun mayor cuando el ataque se produce cuando la planta tiene de 8 a 10 hojas. Esta especie ataca preferencialmente el cartucho pero puede ser también observada en las plántulas, en un hábito similar al del Gusano Cogollero Cortador, espigas y, también taladrando la base de la planta, alcanzando el punto de crecimiento y provocando el síntoma del “típico corazón muerto”.
 

El control del Gusano Cogollero se inicia con el tratamiento de semillas para su control en los primeros estadios del cultivo, y la aplicación de insecticidas sistémicos los que funcionan bien cuando la disponibilidad de agua es satisfactoria. En la presencia de déficit hídrico, tratamientos iniciales deben ser complementados con aplicaciones dirigidas a la región del cartucho.
 

Se recomienda el uso de productos registrados para los cultivos.
 

La investigadora de EMBRAPA Maíz y Sorgo, Simone Martins Mendes, expresó que actualmente en Brasil se siembran 5,3 millones de hectáreas de maíz genéticamente modificado en el cual genes específicos de Bacillus thuringiensis (Bt) con actividad insecticida han sido introducidos.  Según una investigación realizada por Céleres Consulting, esta superficie representa alrededor de 82 % del cultivo de primer ciclo. 

 

“Sin embargo el uso de esta tecnología en una gran parte del cultivo, no libera al agricultor de monitorear la plaga, principalmente por la disminución de la eficacia o por desarrollo de resistencia de la plaga maíz Bt, una realidad en las principales regiones productoras del país. Bajo este escenario es fundamental mantener la vigilancia y el monitoreo del cultivo” manifestó Mendes.  
 

De acuerdo con la investigadora, la presencia de la plaga puede alcanzar niveles que exigen medidas adicionales de control. Esto puede ser realizados a través de control biológico, con la liberación en el cultivo de insectos beneficiosos, también conocidos como enemigos naturales, como la avispa Trichogramma o el uso de bio-insecticidas. O aun control químico con el uso de insecticidas. Esta medida de control debe ser usado cuando el nivel de la plaga alcanza niveles de daño económico y ya no es más posible la utilización del control biológico, lo cual puede ser verificado a través de monitoreo.
 

Básicamente, dos formas de monitoreo son recomendadas: la primera es el uso de trampas con feromonas y la segunda monitoreo en el campo. “En el primer caso, la trampa tiene un aparato que exuda el “aroma” de la polilla hembra del Gusano Cogollero para atraer el macho. En este caso, la trampa debe ser revisada constantemente, y si 3 polillas son capturadas, es una señal que el nivel crítico de infestación se ha alcanzado. Aquí, el productor debe tomar en consideración las medidas de manejo a ser adoptadas. Una trampa puede monitorear alrededor de 5 hectáreas” explica la investigadora.
 

Por su parte, monitoreo de campo se basa en el daño (hojas raspadas o damnificadas) causado por el Gusano Cogollero en la planta de maíz. En este caso el productor tiene que dividir el cultivo en parcelas y adoptar una estrategia de monitoreo. “Es necesario estar alerta al máximo de 20 % de las plantas con daño para decidirse por el control químico”, dice Mendes.
 

A partir de este momento las plantas crecen y se tornan menos vulnerables a la plaga. “También cuando el Gusano Cogollero ya es muy grande, es difícil combatirlo con cualquier medida de control. El daño causado por el Gusano Cogollero en la planta puede reducir la productividad hasta en un 40 % aproximadamente” dice Mendes. 
 

Control Químico
 

Según Ivenio Rubens de Oliveira, otro investigador de EMBRAPA Maíz y Sorgo, en la ultimas cosechas, ha habido un aumento de aplicaciones de insecticidas químicos para potenciar el control del Gusano Cogollero, aun en siembras con maíz Bt. En Brasil existen 227 productos registrados contra el Gusano Cogollero.
 

Dijo “Existe una tendencia a programar las aplicaciones, a menudo para coincidir con las aplicaciones de otros productos para controlar otros problemas, por ejemplo, aplicaciones de herbicidas. Este problema no es para discutir la compatibilidad de la mezcla de estos productos (asunto para una próxima oportunidad) pero si el blanco a ser alcanzado, la tecnología utilizada, y la posición ideal del insecticida al momento en el cual la plaga realmente necesita ser controlada.
 

Si las plantas de maíz son aun muy pequeñas, cual es realmente la dosis de producto que caerá sobre ellas. El calculo se hace tomando en consideración el área del cultivo y no el área ocupada por las plantas. 
 

Hoy por hoy, por causa de las docenas de plantas hospederas para el Gusano Cogollero, incluyendo Poaceas, como braquiarias, las cuales también se encuentran en las áreas de plantío en los periodos de entre siembras, la plaga puede alcanzar la nueva siembra con Gusano Cogolleros grandes y causar perdidas inesperadas, especialmente aquellas con hasta 2 hojas completamente desarrolladas, son fácilmente destruidas por esta plaga” explicó Ivenio.
 

“En otras palabras, para la mayoría de las regiones productoras de Brasil, no estamos mas monitoreando la llegada de la plaga pero si, detectando el inicio del ataque, del momento que asumimos que de alguna manera el Gusano Cogollero ya se encuentra presente en el área. La palabra llave continua siendo ‘monitoreo’ concluye“.
 

Insecticidas
 

“Hoy en día existen numerosas marcas comerciales disponibles en el mercado para el control del Gusano Cogollero, diferentes ingredientes activos y consecuentemente, diferentes mecanismos de acción. Pero se torna mas importante posicionar los productos de acuerdo con el momento en el cual se encuentran tanto las plantas como las plantas”, explica Oliveira.
 

Según el especialista, es estratégicamente mas interesante que el control de la plaga se realice cuando las orugas son todavía pequeñas (< 1,5 cm).  “Esto favorece la acción del insecticida y previene serios daños a la planta. En este caso, es posible optar por el uso de un insecticida regulador de crecimiento.”  
 

“Pero si las orugas son mayores (>1,5 cm) existe el riesgo que estos insecticidas no alcanzarán a evitar el daño. En este caso, neurotoxinas, que actúan en el sistema nervioso de los insectos, pueden controlarlo en poco tiempo” dijo el investigador.
 

De acuerdo con Oliveira, otro criterio es la clase toxicológica y ambiental de cada producto. “Existe una escala que varia de I a IV, siendo I la mas toxica a humanos y la mas dañina al medio al ambiente, y IV lo opuesto. Siempre que sea posible, debemos atender estos este criterio para escoger los productos”.
 

“Esto también nos lleva a un enfoque sobre la selectividad de un insecticida. Que significa esto?.  Selectividad de un insecticida es la propiedad de cada producto de controlar la plaga, con bajo impacto en el otro organismo presente. Está claro que insecticidas biológicos son los mas selectivos, pero reguladores de crecimiento y aun algunas neurotoxinas, como las diaminas, también lo hacen bien en esta característica” concluyó.
 

Peligros  
 

“Si el criterio para el correcto uso de productos, especialmente aquellos recomendados por IPM (Control Integrado de Plagas), no son observados, existe el riesgo de desarrollar plagas resistentes. Es la situación en la cual los productos son aplicados y parece ser que ya no mas controlan la plaga” alerta el especialista de EMBRAPA.
 

Según él, cuando esto sucede, los (técnicos) están tentados de aumentar la dosis y ver si el efecto aumente, pero a lo largo del tiempo, la situación solo empeora. La situación puede ser que al comienzo, la plaga puede ser controlada, pero en un corto espacio de tiempo, la plaga vuelve con una población aún mayor. Es lo que se llama rebrote de la plaga”.
 

“También puede suceder que plagas ya se encuentran presentes en el cultivo, pero que no han causado daños y pueden alterar su presencia y pasar a ser importantes. Vimos esto recientemente con chinches y salivazo en maíz. Una de las causas para esto puede ser el mal uso de insecticidas que han eliminado enemigos naturales y/o ya no mas controlan la plaga” explica el investigador.
 

Otro factor a ser tomado en consideración, es el efecto de insecticidas en polinizadores, importante para altos niveles de producción. Según Oliveira existen diversos estudios mostrando el mortífero efecto de varios insecticidas en esos organismos.

Beneficios
 

“Sin duda que existe el lado positivo del uso de insecticidas, si así no fuese, no serian tan populares. El uso de insecticidas ha sido incorporado al sistema productivo por muchos años. El productor ve la eficiencia en el control, pocas chances que no funcionen y la garantía de retornos financieros,” admite Oliveira.
 

El explica que normalmente son insecticidas químicos los que ofrecen una acción rápida para combatir emergencias las que deben ser evitadas con el monitoreo. “Hay pesticidas que le permiten al agricultor ver acción curativa. Hay agricultores que aplican el producto y ven la plaga muerta, con “las patas para arriba”!.
 

Otra cuestión es que al productor no le gusta la complejidad de enfrentarse con numerosas e importantes situaciones de control, como plagas, cosecha, tamaño de poblaciones, adonde esta atacando la peste, cual es el equipo que necesita y que lugar tiene que ir. El insecticida es un paquete listo bien conocido. Parece sencillo, si no vas a fondo en los aspectos negativos explicados anteriormente” menciona el experto.
 

Finalmente, ha dicho, el productor entiende perfectamente el lenguaje del costo/beneficio y el insecticida permite fácilmente este cálculo y también entiende muy bien la información disponible.” El camino a la sustentabilidad no es fácil. Nadie dijo que sería. No existe aún un mecanismo que automáticamente decida que el o que esta correcto o errado en el caso del control de plagas, especialmente en cultivos extensivos como el maíz,” enfatizó. 
 

“Es necesario aplicar el conocimiento adquirido durante décadas, siempre observando los aspectos sociales, ambientales y económicos. De esta manera, las decisiones tomadas serán mejores y los resultados, observados significativamente, y lo que sea realmente bueno ganara un lugar prominente en el escenario agrícola brasileño” concluyó Oliveira.

Productos registrados o lanzados para el control de Gusano Cogollero en Brasil

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