Ourofino Agrociência enfoca sus inversiones en Investigación, Desarrollo y Innovación para agregar soluciones al productor brasileño.
Uno de los grandes desafíos mundiales de la agricultura es de producir alimentos para una populación que tiene crecido de manera acelerada en las últimas décadas. El planeta abriga hoy más de 7 mil millones de personas más, segundo estimativas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), esta población debe llegar a los 11 mil millones hasta 2050. Brasil es un gran productor de alimentos y candidato a protagonista del segmento. Tiene tierra, clima y vocación, lo que posibilita fornecer alimentos para su población y exportar más de 100 mil millones de dólares anualmente. En poco más de 40 años, ha aumentado en 86% su área plantada y ha visto su producción subir 512%, números que atestan que el país se mantendrá como el mayor proveedor de alimentos del planeta y la actividad en el campo será muy más productiva que actualmente.
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Norival Bonamichi
Presidente de Ourofino Agrociência |
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Luciano Galera
Director de Marketing, Investigación y Desarrollo de Ourofino Agrociência
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Sin embargo, es preciso más. En el campo, se hace necesaria la alta eficiencia y productividad, buscando mejores precios y competitividad en el mercado. “Para que Brasil se consolide como un gran protagonista del sector, es necesario que lo mismo se reinvente, o sea, replantee su forma de hacer agricultura para atender los desafíos que hoy enfrenta. Es preciso estar atento y abierto a las nuevas prácticas, tecnologías e trabajar de forma colaborativa para su desarrollo y del sector”, dice Marcos Fava Neves, profesor de la FEA USP (Facultad de Economía, Administración y Contabilidad de la Universidad de São Paulo).
De hecho, Brasil necesita de tecnologías en el campo que respeten sus características. Por ser un país tropical, tiene una alta incidencia de luz solar y altos volúmenes anuales de lluvia, que permiten la práctica de una agricultura con tecnología de plantío y cultivo únicos. Además, la propia selectividad natural de plagas y enfermedades en los cultivos genera resistencia a los productos existentes, trayendo nuevos problemas al agricultor en cada uno de los ciclos. “El clima tropical de Brasil es totalmente diferente del Hemisferio Norte y exige formulaciones pensada para la realidad del productor local”, afirma Norival Bonamichi, presidente de Ourofino Agrociência.
Soluciones pensadas para Brasil
En este escenario desafiador y prometedor, surge Ourofino Agrociência, una empresa brasileña con profunda experiencia en agronegocio, que tiene como su propósito replantear la agricultura nacional y contribuir para al desarrollo del sector y del país. Actualmente, la empresa posee 35 productos en cartera entre herbicidas, fungicidas y insecticidas, principalmente para cultivos de algodón, caña de azúcar, maíz y soja. Además, cuenta con un equipo de más de 337 profesionales, en su mayoría ingenieros agrónomos, lo que permite el contacto cercano con los clientes y el intercambio directo de experiencias.
Basada por una de las más modernas fábricas de defensivos agrícolas del mundo, dispone de una robusta estructura para cumplir con su propósito. “Nuestro objetivo no es ser solo una empresa más que formula defensivos agrícolas genéricos, más bien una que dispone de una línea de formulaciones diferenciadas y sugeridas por brasileños, siendo la mejor en este aspecto” dice Norival Bonamichi.
Asistencia internacional
Para ofrecer al mercado productos diferenciados, muchas veces es necesario recurrir al exterior, ya que pocos son los players que trabajan con las moléculas. Para garantizar la calidad de sus productos, la empresa cuenta con una oficina en Shanghai, China, donde un equipo de ingenieros químicos, altamente calificado, identifica a los mejores proveedores y conduce inspecciones constantes. “Nuestra estructura también garantiza que los proveedores elegios para los proyectos estén activos y financieramente sanos para garantzar el suministro post-registro”, explica Joamyr Junior, director de Supply de Ourofino.
En Brasil, además de prevalecer la incidencia de luz solar, altas temperaturas, humedad elevada y alta infestación de plagas e enfermedades, existen características únicas cuando hablamos del cultivo y preparación del suelo. El sistema de siembra directa y la cosecha de caña cruda son los mayores ejemplos, ya que la presencia de la paja en el suelo altera toda dinámica de funcionamiento de los herbicidas, que necesitan transponerse para alcanzar el suelo.
Centro de Experimentación Agronómica
Otro diferencial de Ourofino Agrociência es el espacio creado para pruebas y desarrollo de productos: el Centro de Investigación Agronómica, certificado por el gobierno brasileño a través del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA). En esta Hacienda Experimental, ubicada en Guatapará (SP), todas las soluciones son probadas y desarrolladas por un equipo altamente calificado para que posteriormente los productos puedan ser liberados en el campo. “Son varios los detalles que nos diferencian, pero uno de ellos es que Ourofino es acreditado (MAPA) y, por eso, tiene el permiso para emitir informes oficiales, lo que nos trae más agilidad en los procesos” explica Antonio Nucci, Gerente de Investigación y Desarrollo.
La estructura de la Hacienda Experimental fue desarrollada para suplir todas las necesidades del trabajo de experimentación de fórmulas y cuenta con laboratorio para evaluación, oficina, sala para manipulación y calibración de los equipos de pulverización, local para almacenamiento de los productos comerciales y experimentales, además de seis casas de vegetación. En los estados de Paraná y Goiás, la empresa también posee estaciones dedicadas a conducir pruebas de campo, buscando simular las diferentes condiciones climáticas de Brasil.
Entre los diferenciales de estos centros de investigación están los equipos técnicos, con Maestros e Doctores. Ellos se unen a los beneficios de obtener un mayor nivel de control de todas las actividades hechas a la calidad de la información. Hoy la estructura permite realizar más de 500 estudios al año.
Las asociaciones, mantenidas visando el incremento del agronegocio, agregan a investigadores de entidades renombradas como de la UNESP – Jaboticabal, UNESP – Botucatu, Esalq, Unicamp, IAC – Ribeirão Preto, Fundação MT, entre otras. “Lo que producimos en la Hacienta es una riqueza de conocimiento que multiplica resultados”, comenta Luciano Galera, Director de Marketing, Investigación y Desarrollo.
Una de las más modernas fábricas del mundo
Localizada en un cinturón químico en Uberaba (MG), la fábrica de Ourofino Agrociência está ubicada en un área de cerca de 54 mil m² y posee capacidad de producción de 120 millones de litros al año. Con equipamientos modernos, el diseño del área fabril fue concebido dentro de los estándares “World Class Manufacturing” y está compuesta por dos fábricas independientes, siendo una para la producción de herbicidas y otra destinada a fungicidas, insecticidas, disporsores adherentes y aceite mineral, lo que evita riesgos de contaminación cruzada.
El proceso de producción es altamente automatizado, enfocado en la seguridad del trabajo y la calidad de los procesos. “Nuestra fabrica cuenta con un laboratorio de última generación, donde se desarrollan formulaciones innovadoras y de mejor desempeño, además de equipos de punta, que nos posibilitan la obtención de productos a escala comercial con perfecta similitud a los obtenidos y probados en laboratorio”, explica Luciano Galera
El proyecto se muestra efectivo, también, cuando la gran mayoría de las multinacionales del mercado de defensivos agrícolas validan la producción de sus productos en la unidad. Con un alto nivel de seguridad en la fabricación de nuestros productos, la planta está certificada y cuenta con uno de los más altos estándares internacionales, como en prácticas de fabricación (ISO 9001), gestión ambiental (ISO 14001) y gestión de salud y seguridad del trabajo (OHSAS 18001). En 2016, la empresa también recibió una certificación que atestigua la capacitación técnica del equipo de laboratorios para realización de análisis, el ISO 17025.
Adaptación comprobada
Para facilitar la identificación de la línea de productos con diferenciales pensados para la agricultura brasileña, la empresa trabaja con el sello “Producto Replanteado”, que aprueba toda inversión en investigación y desarrollo. “Es así que podremos cambiar el concepto que los genéricos presentan una formulación mundial. Queremos soluciones únicas, innovadoras y de mejor desempeño para atender las demandas de la agricultura brasileña”, finaliza Luciano Galera.
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